¿De qué te extrañas, fuego, si ya me conoces?

jueves, junio 29, 2006

El esqueleto más choncho

Uno de los personajes más chidos de Marvel es el Ghost Rider. Es la historia de un motociclista quien es "infiltrado" por otro ser, el cual surge y toma posesión de su cuerpo bajo ciertas circunstancias. Cuando a su alrededor sucede un crimen, Johnny Blaze (o Daniel Ketch según la versión posterior de los noventas) se convierte en un esqueleto más mamá Dolores que cualquier vivo, enfundado todo en cuero y con el cráneo en llamas. Este ente, el Ghost Rider, se dedica a cazar criminales, castigándolos con su mirada de la penitencia, la cual les hace sentir el mismo dolor que inflingieron a sus víctimas, casi volviéndolos puré por dentro. Aunque los comics que me tocó leer (con Ketch) no eran los mejores dibujados del mundo, las historias eran cautivantes. Ketch no sabe qué pasa con él pero eventualmente conoce a un personaje oscuro -un enterrador- que al parecer está más enterado de lo que está sucediendo. Gradualmente salen a la ¿luz? conexiones con planos demoníacos en la que lo oculto y la tecnología se funden. Ghost Rider, cruza visual entre metalero de los ochentas y Charles Bronson haciéndola de vigilante nocturno, ya no sólo se enfrenta a humanos sino a muertos.
Ahora Marvel saca la película (al parecer con Blaze como alter-ego del Rider). Y estoy bastante tentado a morder la manzana.
Con las recientes películas de estos últimos años basados en héroes de DC y Marvel ya no sabe uno qué esperar. El Hombre Araña (creo que ya nadie lo llama así) ha estado pasable. Hubiera querido ver que apareciera Gwen Stacy, aunque Mary Jane actuada por la Dunst estuvo más que entrañable, y ahora con la aparición de Venom y el Arenero -y quizás ahora sí de una Stacy un poco papadona- para la 3 estoy a punto de volver a caer. Los 4F estuvieron ñoñísimos y los efectos visuales fueron de segunda clase. Diabólico (DareDevil) fue un bodrio que me dio coraje haber visto (y pagado por ello): una historia estúpida a más no poder con momentos vergonzosos como la lucha gratuita e insulsa entre DD y Elektra en el parque (por eso no quise ver Elektra). Batman me resultó decepcionante película a película (coño, ¿unos tibetanos le enseñan sus mejores secretos de lucha personal a un gringo al que acaban de conocer para que vaya a terminar con "los malos" en su país en vez de utilizarlos ellos mismos para sacudirse el dominio chino?). Supermán está por verse, con el actor que parece ser resultado de un casting para encontar al más parecido a Christopher Reeve que al personaje del cómic: a ver qué tal actúa. El Matón (Punisher) tuvo sus momentos jalados, pero estuvo bien construida. Los Hombres-X (X-Men) son a mi parecer los mejor llevados a la pantalla, con buenas actuaciones, relaciones complejas pero sólidamente contadas entre personajes, argumento coherente y buenos efectos. El Hulk a muchos conocidos no les gustó porque el monstruo se veía "muy de cómic" (???), pero a mí me pareció bastante buena, con un retrato psicológico más profundo del personaje central.
Los cortos siempre acaban siendo mejores que las películas en sí, y de Ghost Rider sólo he visto los cortos. La apariencia del personaje es congruente con el cómic (lo que no sucede con el traje negro de Spiderman 3); los efectos se ven bien realizados y aunque Nicholas Cage no es de mis actores favoritos, creo que es bueno y posiblemente haga un buen papel como Blaze.
Me intriga saber qué giro le darán a la historia de los personajes. Las demás películas de Marvel han utilizado la recontextualización (que sirve para captar a nuevos lectores, a quienes las historias de arañas radioactivas y viajes al espacio ya no les suenan a gran cosa) y Ghost Rider no será la excepción, seguramente. Espero que -a diferencia del cómic- la historia de los personajes no tenga al final puntos confusos. Tengo también dudas sobre si le dará un peso excesivo -como suele ser en las películas comerciales gringas- a las relaciones amorosas ñoñas, que si bien pueden ser toleradas a medias con otros personajes, con Ghost Rider nomás no. ¿El hombre que lucha con un demonio que lleva adentro y que lo hace matar sin que él sepa por qué, preocupado por una morra? Por favor no. Ojalá que la violencia en la película esté a la altura del cómic: en los cortos ya hay una secuencia de ruptura de cuello que no le pide nada a los videos caseros de Faces of Death. Espero que sólo sea una muestra de más.
Pero ya veremos... hasta el año que entra.

miércoles, junio 28, 2006

2.3. Un gato oscuro se cuelga de la cola de la luna.

La Tabi llegó a mí como anónima. Primero fueron telefonazos donde sólo escuchaba un respirar, luego risas, luego poemas. Después encontré cartas en mi casa, sin timbre, sin dedicatoria. Todos los sobres esmeradas creaciones creadas con puro collage; dentro poemas sobre hojas moradas tocados por un aroma que podría reconocer hoy día. En alguno de mis cumpleaños, su amiga encubridora (la marisol) llegó de pronto a alguna clase de diseño en la universidad y me entregó un paquete diciendo "de parte de tábata". Una tarántula y una nueva carta.
Finalmente venció su miedo -que no timidez- y apareció de noche frente al zaguán de la casa. Nos vimos luego en varias ocasiones. Era vecina mía de apenas un par de cuadras de distancia. Que se había enamorado de mi, del cantantito de rock panchero. Resultó atractiva, simpática y culta; rockera y con fuegos de cambios sociales. Empatizaba con el EZ y adoraba a los gatos. Quería estudiar Hotelería pero me tocó ver su cambio a Letras. Compartimos horas en manifestaciones de apoyo a los zapatistas, música y finalmente los primeros escarceos amorosos mientras veíamos a medias una copia pirata de Asesinos por Naturaleza. Me dio a conocer cosas y personas nuevas, me confrontó con mis propias aristas, con mi soberbia. Nos inventamos pinche mil nombres el uno al otro. Descubrimos de la mano las primeras verdaderas luces de nuestros apetitos sexuales. Fue mi bastón emocional alguna vez que mi mundo entero se me cayó de golpe en la cabeza. Me apoyó siempre de la mejor manera y en general, la vivimos chido durante el tiempo en que estuvimos juntos.
Me prometió que me enseñaría "algún día" su diario y ese día llegó unos ocho años después, cuando ya mucho antes habíamos terminado y la visitaba en alguna Navidad. Fue por falta de entendimiento mía que se acabó la relación.
Salvo un episodio medio oscuro que tuvo con un novio no muy amigo de los ex-novios, y yo con algunas novias equivalentes, nos supimos mantener en contacto, ya como amigos. La Tábata luchona que siempre me cagoteaba por escribir con acento y sin hache su nombre aún me da cosas para aprender. En un momento de crisis económica y laboral se las ingenió para ver a los Rolling Stones en Brasil, pasearse por los Campos Elíseos y contar barquitos en Amsterdam. Fue la voz de una estación de radio universitaria en Puebla y ahora tiene apariciones televisivas relacionadas con la cultura. Sigue prendada del SubComandante y del movimiento en general, a la vez de Trent Reznor y de Peta Wilson, de Rob Zombie y de Angelina Jolie, de Björk, del buen cine y las cosas sencillas, del sonido que arma en su ventana la cola blanca de la lluvia y de los gatos, de las tormentas, de las sombras.

1.1. Dos de las hermanas.

Me mostró una caja de cartón entre gris y amarillenta, pinta con caca de moscas. La abrió para que viera lo que había dentro. Un par de palomillas grandes y resecas, retenidas con un par de hilos al fondo de la caja. El cartón, el hilo, los cadáveres polvorientos: todo tenía un color parecido. Por el olor, imaginé que hubieran polveado sus cabezas con maquillaje de viejas. Sus cuerpos despeluchados a medias eran puro olvido, miseria.

"Éstas son tus hermanas" disparó a bocajarro mi papá cuando vio mi expresión de no-entiendo-qué-se-supone-que. Y sopló sobre ellas, escupiendo polvo de patas y alas en mis ojos.

lunes, junio 19, 2006

Gunnhill Sundli

Tu boca se abrió blanca.
Tu voz abrió sus rejas.
Tus críos lucífugos huyeron
ondeando alaridos,
dejando a su paso
huesos de estrellas
orín y humo.

En ese tropel
un hombre mata a cien,
una mujer es hechizada águila,
un héroe jamás regresa,
otro hombre perdonará siempre,
uno más se abrirá a traicionarlo.
Hirviendo un niño a caballo
caerá tres veces
hendido por espadas.
Una serpiente hermosa
descuidará su guardia
y será leyenda.
Negrísimos los demás,
hijos todos tuyos,
ulularán en la noche.
Sin saber de quién,
arrearán contra una puerta
que en estos tres minutos decisivos
será la mía.

Ya cerca de mí estas sombras que proyectas, cerraré los ojos. Una rodilla sobre el piso de piedra helada. Mi mano temblará.

domingo, junio 11, 2006

Sitio del mes.

http://www.chavodel8.com