¿De qué te extrañas, fuego, si ya me conoces?

miércoles, junio 28, 2006

1.1. Dos de las hermanas.

Me mostró una caja de cartón entre gris y amarillenta, pinta con caca de moscas. La abrió para que viera lo que había dentro. Un par de palomillas grandes y resecas, retenidas con un par de hilos al fondo de la caja. El cartón, el hilo, los cadáveres polvorientos: todo tenía un color parecido. Por el olor, imaginé que hubieran polveado sus cabezas con maquillaje de viejas. Sus cuerpos despeluchados a medias eran puro olvido, miseria.

"Éstas son tus hermanas" disparó a bocajarro mi papá cuando vio mi expresión de no-entiendo-qué-se-supone-que. Y sopló sobre ellas, escupiendo polvo de patas y alas en mis ojos.