¿De qué te extrañas, fuego, si ya me conoces?

miércoles, abril 26, 2006

Muérete dentro de tu memoria,
en ese amarse de labios
en el que sin proponérselo te derrotó,
antes que quedes huérfano
de sus diez yemas y ese vaho
merced al golpe de pavimento de la despedida.

Su última casa en ti será ese beso,
ese rozar de ojos que se querrán llorar.